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*TOXINA BOTULÍNICA TIPO A*
Hoy en día es uno de los tratamientos más utilizados a nivel mundial para conseguir la mejoría temporal de las arrugas cutáneas moderadas y graves, de forma fácil y sin complicaciones, además se puede decir que es uno de los mejores tratamientos estéticos para prevenir la formación de futuras arrugas.
Este tratamiento tiene una utilidad demostrada como técnica no invasiva de rejuvenecimiento facial, ya que es capaz de eliminar parte de las arrugas producidas por la contracción de los músculos faciales, principalmente en la zona de la frente, el entrecejo, el contorno ocular, el perímetro de la boca y el cuello.
La toxina botulínica deberá ser aplicado por un profesional capacitado. Después el profesional calcula las dosis de toxina necesarias para la relajación muscular (dosis que se mide en unidades, de tal manera que cada punto de inyección debe tener unas unidades mínimas para que el tratamiento sea efectivo y unas máximas que oscilan entre 2 a 5 UI en cada inyección, y que nunca sobrepasan las 100 UI).
Los efectos del tratamiento son positivos y tienen una duración de 6 meses aproximadamente. Sin embargo, en este período se produce una deshabituación del paciente a contraer los músculos de las zonas tratadas y cuando desaparece el efecto de la toxina botulínica tiene menos tendencia a contraer la musculatura, por lo que la atenuación de las arrugas se mantiene parcialmente. Igualmente es interesante en algunos casos (arrugas muy profundas), combinar o completar el tratamiento con procedimientos de relleno y peelings.
Para difuminar las arrugas que envejecen la mirada se actúa sobre tres puntos: el entrecejo, las “patas de gallo” . En el entrecejo se aplican dos inyecciones en cada músculo corrugador y una en el músculo procerus, responsables de fruncir esta zona.
Para eliminar las temidas "patas de gallo" se realiza un marcaje en forma de triángulo (con la base hacia el canto externo del ojo y teniendo sumo cuidado de no inyectar la toxina por dentro del borde orbitario).
Del mismo modo, se realizan infiltraciones en la comisura del labio inferior, en la depresión comisural, en la zona del músculo depresor del labio inferior y por fuera de la comisura, un centímetro hacia abajo y hacia afuera.
Este procedimiento es también uno de los más útiles en el tratamiento de la hiperhidrosis ( sudoración excesiva), a nivel de las axilas, palmas de las manos y plantas de los pies, que afecta seriamente a la vida de relación del paciente ( laboral y social) , y puede llegar a afectar su autoestima .El mecanismo de acción de la toxina a este nivel, consiste en la de enervación química de los receptores de las terminaciones nerviosas simpáticas en las glándulas sudoríparas.